Enséñale la práctica de las tres R; reciclar, reutilizar y reducir. Esto les permitirá tener hábitos saludables con el planeta como cuidar las hojas de sus cuadernos para ahorrar papel e impedir la tala de árboles.
Creen juntos un área verde en la casa. Tener un área verde en casa educa a los niños a cuidar cada planta como un ser vivo. Cada planta tiene distintos cuidados, por ejemplo, algunas requieren más agua y algunas requieren más sol. Es una forma muy divertida y constructiva de ser amigos con el planeta.
Enseña a los niños que solo consuman lo que necesitan, y traten de cambiar ciertas tradiciones egoístas que a veces nos hace comprar cosas que no necesitamos. Si aprendemos de chicos, de grande será mucho más fácil. Enseñar el concepto de finitud es necesario para la madurez y crecimiento de los pequeños.
Lo más importante es explicarles que nosotros también somos parte de la naturaleza. Los niños tienen que entender que nuestras acciones tienen eco en la naturaleza, por lo tanto hay que enseñarles a respetar su entorno, y en el caso que tenga una mascota a que la cuide como si se tratara de una especie en peligro.